En ambas experiencias observamos una recuperación de la negociación colectiva y un aumento de la presencia política de los dirigentes gremiales. En general, ambos cambios van acompañados de una modificación del ordenamiento político y económico de los gobiernos nacionales, un paralelismo que debe ser analizado de manera diferenciada: tanto a nivel de los ciclos de conflictividad laboral, como a nivel de los cambios en las estructuras institucionales de los gremios y los fenómenos de variación ideológica en las tradiciones obreras que los contienen, particularidades que pueden enmarcar el carácter de esa mayor participación política del sindicalismo bajo criterios diferenciados.
Por consiguiente, y sobre la base de investigaciones desarrolladas en ambos países, avanzaremos en una comparación que distinga las estrategias políticas conseguidas por el sindicalismo en cada país, en un período que abarca el cambio en la política de Estado iniciado en el 2003 y continuado hasta la actualidad. De tal manera, proponemos una reflexión que permita establecer nuevos interrogantes al fenómeno de acumulación de poder sindical, tomando en cuenta dos experiencias latinoamericanas cuyas variaciones estratégicas son significativas para enriquecer el debate comparativo.