En este trabajo se explorará la posibilidad de transgresión de algunos jóvenes de la ciudad de Guadalajara desde ese punto de vista, desde la dimensión personal, privada.
Se expondrán y analizarán los casos de tres jóvenes de la ciudad de Guadalajara que muestran su capacidad creativa, liberadora, de agencia, y al mismo tiempo las posibilidades que tienen de explicitar los límites y llevarlos más allá de las prácticas consideradas "correctas" o "normales". De ahí la razón de llamarlos “transgresores”.
Se observará el caso de un joven adscrito al movimiento cultural queer punk, el cual pretende “borrar” la diferenciación genérica masculino/femenino proponiendo su superación en un nuevo concepto. Por otra parte, se conocerá la trayectoria de vida de una chica con períodos de su vida con preferencias sexuales y afectivas que alternan entre lo heterosexual y lo homosexual en un contexto familiar represivo. Finalmente, se explorará la experiencia de una chica que se ha tatuado gran parte de su cuerpo y que incluso profesionalmente ha intentado legitimar esta práctica sustrayéndola del universo de los jóvenes pobres o migrantes.