Friday, August 3, 2012: 12:50 PM
Faculty of Economics, TBA
Oral Presentation
La comida es fuente de energía y disfrute -sensorial y social-, particularmente en la infancia es un importante ordenador de la vida cotidiana, del tiempo y del espacio, asociada a ella los/as niños/as aprenden normas, valores y formas de relacionarse. Desde hace casi tres décadas en Argentina el comer de los/as niños/as de los sectores populares se encuentra intervenido por las políticas alimentarias implementadas por el Estado. Estas no solamente definen los alimentos necesarios para nutrir un cuerpo biológico sino también los espacios y modos de comensalidad. Para este artículo, analizaremos puntualmente dos modalidades diferentes de intervención del Estado: el comedor escolar y el comedor comunitario donde asisten niños y niñas de sectores populares. Consideramos que ambos se materializan en hábitats diferenciados que permiten distintas gramáticas culinarias, formas de sensibilidad, modos de ser y estar con otros.