Las políticas públicas hacia los pobres urbanos en el Perú se han orientado a la liberalización de la vida económica y social. Para ello, han procedido a una relectura de los movimientos de pobladores, la cual habría estado orientada, en sustancia, por la búsqueda de la propiedad privada. A la vez que se ha continuado tolerando las invasiones y los mercados ilegales como forma de acceso a la tierra, se han fortalecido políticas curativas a través de programas de regularización y de mejoramiento urbano, los cuales distribuyen títulos de propiedad plenos, créditos y servicios, bajo la idea de facilitar la inserción de los pobres a los mecanismos del mercado como la solución a la pobreza urbana.
Esta propuesta de política pública, desarrollada exitosamente según la cooperación multilateral que la apoya, contiene una dirección política (governance), que ha generado profundos cambios en el repertorio de acción en la vida cotidiana y la gestión de los territorios de los pobres urbanos. Sin embargo, las consecuencias de tal política no resultan claras, oscurecidas por la idea que la propiedad privada y el mercado ofrecerán las soluciones.
El trabajo sostendrá que la liberalización de la vida económica y social de los pobres urbanos, y la difusión de derechos de propiedad plena, ha afectado las formas de organización vecinal, la solidaridad requerida, la capacidad de gestión del territorio y, lo que es peor, no ha contribuido a la formalización de la economía sino a incrementar la informalidad. Más que una explicación en términos de una política fallida, de manera contra intuitiva, el trabajo sostiene que son precisamente los mecanismos del mercado estimulados a partir de la propiedad los que están afectando la mejora de las condiciones de vida de los pobres urbanos.