La soberanía alimentaria en disputa: El rol de Argentina en el contexto crítico contemporáneo

Desde diversos ángulos se destaca el rol de la Argentina como productor agropecuario y como uno de los escasos países que gozan del privilegio de tener un importante superávit alimentario. En tanto que su población apenas supera los 40 millones de personas, sus campos producen comida para 400 millones. A este argumento se pliegan los discursos que ponen al aumento de la producción agropecuaria como la solución al problema del hambre en el mundo. Sin embargo, los datos disponibles de FAO destacan un rotundo fracaso en las metas de reducción del hambre fijadas a mediados de los 90’s. Paradójicamente, en un momento donde la producción agraria mercantil se expandió notablemente, la cantidad de personas que pasan hambre en el mundo subió casi un 30%.

En los últimos 30 años el modelo agrícola intensivo, competitivo y orientado al mercado ha producido profundas transformaciones. En todo el mundo se detecta la erosión de estrategias de autoconsumo, la creciente mercantilización del acceso a la alimentación, la profundización de formas de producción que tienen serios efectos sobre el medio ambiente y que, por su enorme dependencia a los combustibles fósiles, incrementa los efectos del cambio climático.

De ahí que surge la necesidad de desplazarse desde un eje argumentativo que privilegia la producción hacia una mirada centrada en la distribución y el acceso a los alimentos y a una producción autónoma conceptualizada a partir de la noción de soberanía alimentaria. En este sentido, la ponencia busca problematizar el modelo de desarrollo agropecuario argentino y sus consecuencias socio-ambientales. Para ello nos centraremos en la estrecha conexión que tienen las transformaciones en el sistema productivo, los desastres naturales y conflictos sociales producto del avance de la frontera agropecuaria, y la problemática del acceso a la alimentación y la desnutrición en sectores populares urbanos y rurales.