381.3 Lo social y lo político en el cambio de época. Notas a propósito de la experiencia Argentina (2003-2011)

Thursday, August 2, 2012: 12:00 AM
Faculty of Economics, TBA
Ana NATALUCCI , CONICET. IIGG/UBA, Caba, Argentina
María Florencia PAGLIARONE , Ciencias Jurídicas, Politicas y Sociales, Facultad de Ciencias Humanas/UNRC, Río Cuarto, Argentina
En los últimos años se produjeron cambios significativos en la dinámica política que trastocaron la trayectoria de las organizaciones sociales, entre ellos la asunción de Néstor Kirchner en 2003 como presidente de Argentina y la consolidación del kirchnerismo como movimiento político. A raíz de estas transformaciones, las organizaciones cuya tradición nacional y popular les permitió adherir al gobierno, modificaron la estrategia de movilización y confrontación callejera que habían utilizado hasta entonces, poniendo entre paréntesis su estatuto destituyente para combinarlo con uno de tipo instituyente. Este desplazamiento abrió nuevos desafíos para las organizaciones, principalmente el problema de la institucionalización. Estudios recientes han interpretado dicho vínculo con el régimen político de gobierno como cooptación, dando por sentado una división entre lo social y lo político. Este enfoque ha contribuido a estigmatizar a las organizaciones antes que a comprender la contingencia de su dinámica. En este marco, el objetivo de esta ponencia se orienta a evaluar críticamente el modo en que se ha pensado la noción de institucionalización, y subsidiariamente la división entre lo social y lo político. Se propondrá una concepción pragmática de institucionalización: como mediación entre la sociedad civil y el régimen político, donde lo político no sea una actividad exclusiva del espacio estatal, sino también del social. Este tipo de noción supone una tensión entre ambos espacios, donde lejos de relegar la acción de las organizaciones a un solo ámbito, supone el reconocimiento de diferentes lógicas respecto de las formas de participación, los mecanismos de representación y los dispositivos de legitimación que conforman una comunidad política. En definitiva, se trata de dilucidar la potencialidad crítica de los movimientos sociales considerando sus contribuciones a la instalación de problemas públicos, al reclamo por derechos y al cuestionamiento del orden establecido.