Después de la revolución cubana, muchas personas y organizaciones prestaron atención a la nueva práctica social en los países latinos. En los años setenta, aunque el movimiento izquierdista se debilitó en Japón, las corrientes de solidaridad civil no se han desaparecido; ellos se esforzaron por construir nueva relación con los pueblos, especialmente en los países centroamericanos como Guatemala, Nicaragua y El Salvador. Sus metas eran no sólo ayudar las vidas duras de los pueblos, sino que también averiguar la situación social de esas regiones y cambiar la relación desigual de este mundo.
El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994 dio un impacto fuerte en estos movimientos en Japón; mucha gente comenzó a mostrar interés al problema de los pueblos indígenas. La idea de los Zapatistas, que han demandado el mundo mas justo, se ha compartido por muchas personas y las cooperativas de diversos tipos que antes no habían interesado en los movimientos latinoamericanos.
En mi ponencia, quisiera presentar la historia y las actividades del movimiento de solidaridad en Japón, y analizaré las causas y las relaciones en esta tendencia social.