La propuesta llevada adelante por el nuevo gobierno pretende modificar los procesos de financiamiento, gestión y atención del sistema, fortaleciendo las capacidades del Estado, buscando articular la acción de los proveedores sanitarios públicos y privados. Una nota particular de la reforma sanitaria es que, a la vez que se fijaban los pilares del nuevo sistema, se formalizaban mecanismos para el involucramiento directo de sus actores principales, incluidos los usuarios.
En esta ponencia se indagará en las condicionantes políticas e institucionales que permitieron evadir los puntos de veto que tradicionalmente bloquearon el sistema. A partir de los hallazgos presentes en la literatura que aborda las reformas de los Estados de Bienestar contemporáneos, es posible inferir que varios factores incidieron en este proceso, entre los que se destacan: el agravamiento de una crisis sostenida del sector, la orientación ideológica del nuevo partido de gobierno, su nexo con las organizaciones sociales promotoras del cambio y, fundamentalmente, el estilo “flexible” para llevar adelante sus iniciativas.