Friday, August 3, 2012: 9:45 AM
Faculty of Economics, TBA
Oral Presentation
A largo de los siglos XIX y XX las élites en Santiago se concentraron espacialmente en ciertos puntos de la ciudad. Si bien su localización iba variando, el desplazamiento se realizaba por el conjunto: gran parte del grupo social migraba, por ende las familias de altos ingresos mantenían su concentración en el espacio. Esta alta concentración espacial de las élites comenzó a variar a partir de los años 1980’s cuando algunos hogares comenzaron a desplazarse hacia comunas periféricas como Huechuraba o Peñalolén, o bien, a retornar hacia el centro de la ciudad, o directamente a optar por localizaciones rurales como Colina o Calera de Tango (Sabatini & Salcedo, 2011). El presente trabajo se pregunta por las condiciones materiales y culturales que hicieron posible la dispersión territorial de las elites. La hipótesis central que se plantea es que hoy en día existirían solidaridades y lealtades basadas en identidades que exceden a la simple pertenencia a una clase social. Así, la dispersión territorial de la élite sería el producto de la fragmentación valórico – cultural que dicho grupo social ha experimentado (y no sólo consecuencia de la extensión de infraestructura de transporte y su consiguiente mejora en conectividad). De acuerdo a esto, el trabajo posee dos objetivos principales: (1) Explorar las distinciones al interior de la élite santiaguina en términos culturales y de ciclo vital de los hogares, ligando los distintos sub-grupos con una determinada localización y estilo de vida urbano; y (2) Dar cuenta de los procesos -nacionales e internacionales- tras el surgimiento de la fragmentación de este grupo social.