Toda migración implica un proceso mediante el cual se cambian las fuerzas que actúan sobre los sujetos. Las personas que emigran pueden, con este movimiento, desplazarse tanto del influjo de las fuerzas materiales cuanto simbólicas que pesaban sobre ellos en el país de origen. Desde la teoría de Pierre Bourdieu buscamos analizar cómo las estrategias simbólicas de los migrantes se apoyan en la discordancia entre lo nominal y lo real, acrecentada por el contexto migratorio. En el mismo, no sólo se trata de la diferencia entre todo sistema de palabras enclasadas y enclasantes, y las distribuciones materiales. En el contexto migratorio se suma, además, la discordancia entre dos sistemas clasificatorios: el que se trae incorporado desde el espacio social de origen, y el que funciona en el espacio social de destino.
En esta comunicación nos proponemos explorar cómo ha afectado la migración a los enclasamientos de un grupo de inmigrantes argentinos en España, y las estrategias simbólicas que los mismos han elaborado durante el proceso migratorio. Analizaremos estas estrategias en torno a dos ejes clasificatorios: la condición de inmigración y la adscripción de clase. Asimismo, indagaremos cómo inciden estas percepciones en el espacio social de destino, redefiniendo los proyectos migratorios de los sujetos.
Las referencias que los migrantes hacen de los enclasamientos en el espacio social de origen tienen consecuencias diversas para dotar de sentido a los propios proyectos migratorios. Una de ellas es que, al tensionar los esquemas de percepción (habitus), éstos son aplicados a un medio para el que no son del todo adecuados. Esto hace que los agentes lean el espacio social español con las categorías de percepción del argentino. Además, esta disonancia permite a los migrantes jugar con el (supuesto) status logrado en destino, de cara a los grupos de referencia en origen.