En buena medida, esa modificación fue el resultado de la llegada de un gobierno nuevo. Al contrario del anterior, en cabeza de Álvaro Uribe, que había declarado “por decreto” que en el país no había conflicto armado, el gobierno de Juan Manuel Santos se ha referido en los medios de comunicación y en sus discursos oficiales de un modo menos beligerante a los defensores de DDHH y ha tratado de no identificar ese tema como sinónimo de protesta social.
En este trabajo se hace una radiografía de la percepción de los colombianos sobre los DDHH, las principales organizaciones que trabajan en su defensa, la acción del gobierno en ese ámbito y la de los grupos o individuos que los violan. Para el estudio se realizaron dos encuestas de carácter nacional sobre el tema (con muestras de 1.055 colombianos mayores de edad, en la primera, y de 610, en la segunda). También se efectuaron cinco grupos de discusión con 60 representantes de diferentes sectores de la sociedad colombiana, así como entrevistas en profundidad.
El trabajo analiza el papel que juegan los medios de comunicación convencionales y nuevos en la formación de opinión pública y evidencia un cambio en las arenas y en los sitios donde se realizan las discusiones de la opinión pública sobre DDHH en Colombia.