La complejidad de la construcción de memorias sociales acerca del pasado reciente de Chile se produce a través de procesos dialógicos entre diversas posiciones discursivas, siendo central la posición discursiva generacional. Esta complejidad intenta ser abordada, además del plano discursivo tradicional (narraciones), a través de su articulación con materialidades que actúan como huellas del pasado, fotografías e imágenes. Se asume el desafío de abordar, de forma relacional y dialógica, un problema crucial en los estudios de memoria: qué recordar y qué olvidar de un pasado conflictivo y violento.
En términos metodológicos, el estudio se inscribe como una investigación social cualitativa, en una lógica exploratoria y comprensiva. Se presentan resultados de la primera fase del estudio, constituida por relatos de vida (De Gaulejac, 1987; Legrand, 1993; Niewiadomski & De Villers, 2004; Sautu, 2004; Cornejo, Mendoza & Rojas, 2008), considerando cada historia singular como portadora de la historia social que la sustenta y la construye. Se trabajó con 25 participantes convocados desde distintas posiciones discursivas: generacional, ideológica, nivel socioeconómico, territorialidad, género, y con y sin experiencia de represión política. Con cada participante se realizaron dos encuentros en los que se contó “mi historia de la dictadura”, a través de la narración y a través de fotografías e imágenes que permitieran contar “mi historia” a personas de otras generaciones.
Los resultados muestran contenidos generacionales que se vehiculizan en los discursos –narrativos y visuales- acerca de la Dictadura Militar, así como las particularidades respecto al “otro” que responden y/o interrogan al contar su historia de la Dictadura.