Friday, August 3, 2012: 9:24 AM
Faculty of Economics, TBA
En Brasil, políticas de “inclusión digital” empezaran en el año 2000, con Fernando Henrique Cardoso. Tales políticas parecen divididas entre los propósitos más inmediatos de inovación tecnológica y calificación de mano de obra para el mercado, por un lado, y visiones más ambiciosas de las nuevas tecnologías como instrumentos de una “ciudadanía” que sobrepasa la participación en el mercado. Compiten para la difusión de esta segunda concepción una serie de “acciones colectivas con midias libres” que, en Brasil, se articulan en redes volcadas para los temas del metareciclaje, del software libre, etc. Este énfasis en la “cultura de la midia libre” fue, en parte, asimilado por el gobierno federal en los dos mandatos del presidente Lula, una vez que las lideranzas de aquellas acciones colectivas fueron llamadas para contribuir con la elaboración de políticas de “inclusión digital”. El gobierno actual financió un proyecto de pesquisa y extensión que preveía la implantación de una “Unidad de Inclusión Digital” (UID) y la realización de actividades pedagógicas con vistas a la apropiación de nuevas tecnologías por los jóvenes del barrio de Coque, uno de los más pobres de Recife (capital del Estado de Pernambuco).
A través de una articulación entre la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE) y actores sociales relacionados al NEIMFA (Núcleo Religioso), la UID fue implantada en Coque, contando con la realización de talleres de producción audiovisual, creación de páginas web y creación de herramientas y recursos mediáticos que garanticen una apropiación completa de las nuevas tecnologías por personas de la comunidad. Estas actividades fueron dirigidas por activistas de la midia libre. Investigadores de la Universidad, bajo la supervisión de la primera autora de este texto, realizaron entrevistas y acompañaron las actividades a fin de comprender las virtualidades y las dificultades de propuestas como ésta.