Saturday, August 4, 2012: 4:25 PM
Faculty of Economics, TBA
Todas las sociedades deben dar respuesta a la demanda de cuidados que tiene una parte importante de la población que se encuentra en situación de dependencia y requiere de la ayuda de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida cotidiana. En países como España y Uruguay, las familias y, en particular, las mujeres del hogar, son claves en la provisión de cuidados de familiares, bajo la modalidad del trabajo no remunerado. La existencia de una política pública que incorpore prestaciones de cuidados, puede promover sociedades más equitativas a nivel social, de género y generaciones, donde el derecho ciudadano a dar y a recibir cuidados pueda ser efectivamente garantizado. Dado que gran parte de personas adultas dependientes optan por vivir en su domicilio, la demanda de cuidados en domicilio es cada vez mayor. La ponencia analiza la relación entre la formación y el empleo de cuidados en domicilio realizado por trabajadoras contratadas por empresas que ofrecen el servicio en Montevideo y Barcelona. Se analizan las diferencias formativas de las trabajadoras, como resultado de estrategias de acceso al empleo, condicionadas por la existencia de una regulación pública que exija una formación específica en cuidados. Se abordan las diferencias formativas como estrategias adoptadas para adquirir las competencias necesarias para desempeñarse en el empleo. Por último, se analizan diversos enfoques conceptuales de la cualificación y su vínculo con las competencias específicas asociadas a este empleo.
[1] Se utiliza la noción de dependencia adoptada en el Consejo de Europa, Resolución (98) 9, del 18 de septiembre de 1998, que la define como “el estado en que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria”.