Las instituciones universitarias en el intento de dar respuestas a la situación establecen dispositivos que se concentran en funciones de información, orientación y apoyo académico y financiero a los estudiantes. Los diversos programas, centralmente, desarrollan acciones orientadas a compensar y complementar el déficit en el aprendizaje. El aula, como espacio pedagógico ha sido soslayada, la reflexión sobre la experiencia académica cotidiana no ha sido considerada como una clave para la incorporación efectiva y el avance en los trayectos formativos de quienes inician estudios universitarios.
Este trabajo sostiene que el factor institucional y su dimensión pedagógica poseen una influencia significativa respecto del desempeño de los estudiantes y de su permanencia. Desde este supuesto se pretende poner la mirada en las prácticas académicas que tienen como escenario privilegiado el aula. Establecer interrogantes que interpelen los modos de pensar la enseñanza y el aprendizaje de jóvenes y adultos: el currículum, los dispositivos y estrategias de enseñanza, los materiales curriculares, la evaluación, los vínculos entre docentes y estudiantes y docentes entre sí, el clima de trabajo, son los aspectos considerados. Estas dimensiones son abordadas desde los estudios realizados en los últimos años por algunas universidades argentinas y latinoamericanas teniendo en cuenta las experiencias en curso y las representaciones de los actores involucrados, docentes y alumnos ingresantes.