La lógica sinérgica y sistémica de las organizaciones, enmarca la necesidad de alinear o integrar componentes aislados en un sistema mayor. Sosteniendo que la relación entre las partes supera en importancia a las partes individuales por sí mismas. De la misma forma, el concepto de alineamiento se construye bajo el criterio de que para lograr la visión, estrategia y los resultados que la organización persigue, deben sincronizarse los esfuerzos individuales en un proceso continuo que requiere de constantes ajustes (realineamientos) que garantizarán la excelencia organizacional. Esta línea discursiva convoca a compartir y asumir responsabilidades. Como corolario de estos enfoques metodológicos y estas líneas de análisis, resulta habitual escuchar a mandos medios y jerarcas “arengando” a sus empleados a alinearse detrás de la visión y misión de la empresa o de un proyecto determinado. Sin embargo, a poco de andar se apreciar que éstas no calan hondo y es allí que los sociólogos organizacionales nos vemos en la necesidad analizar las causas de esto.
Por qué resulta insuficiente que la alta dirección exprese sus deseos, planes o proyectos para que el personal de la organización se pliegue inmediatamente detrás de ellos? Cómo no comprenden la mejor vía para alcanzar los objetivos de la organización y por ende de los suyos propios?...
Esta ponencia pretende abonar la discusión sobre las razones por las que las convocatorias de alineamiento resultan insuficientes e intenta hacer algún aporte para la búsqueda de estrategias alternativas.