De acuerdo con algunas investigaciones (Perez (2009)Gladwin (2004), Luz (1995) y Peñalosa (1986)), los inmigrantes de las comunidades, no transmiten a sus descendencia la lengua de origen e inculcan el castellano entendido como una lengua de prestigio que puede proteger a sus hijos de la discriminación, y ayudarles a una movilidad social ascendente. Sin embargo, se han detectado un grupo de personas que reivindican la identidad familiar de origen y se ha estudiado qué factores facilitan esta opción.
El trabajo de campo se realizó de forma paralela al proyecto BI WEYA´A diseñado por personas de la comunidad para poner en contacto a la gente más joven nacida en la migración con la cultura de origen. Se entrevistó a niños y personas jóvenes preguntándoles sobre diferentes aspectos, incluidos los emocionales (vergüenza, orgullo, indiferencia…), relacionados con la comunidad y su elección lingüística.
Se concluye que para comprender las diferentes elecciones hay que tener en cuenta algunos factores estructurales, tanto de permanencia como de cambio (por ejemplo, la influencia de los movimientos sociales o la fundación de universidades indígenas), que han suavizado la desvalorización que sufren las lenguas en el contexto mexicano asociadas, generalmente, a un estrato social muy bajo. Pero también hay que tener en cuenta variables individuales como las diferencias educativas, de trayectoria laboral, procesos de empoderamiento personal o estrategias migratorias de permanencia en la ciudad o de regreso a la comunidad .