La puesta en marcha del proyecto Estado-nación en Argentina, implica radicación de un modelo productivo agroexportador y aplicación de una política de apropiación territorial que se acompaña, a nivel poblacional, con exterminio de población nativa (Campaña al Desierto, Ley Nº 215, 1867; Ley Nº 947, 04.10.1878), e inmigración de población europea (Ley Nº 861, 1876).
La lucha por la jornada laboral de 8 Hs. es un objetivo – entre otros derechos laborales-, de la clase trabajadora a nivel mundial dentro del sistema de producción capitalista a partir de la Revolución Industrial. Un hito de lucha es la gesta de los Mártires de Chicago, en EE.UU. de Norteamérica (1886-1887).
El impacto inmigratorio en Argentina, facilita la transmisión de formas organizativas y de resistencia que apelan la vigencia del modelo de acumulación capitalista dando origen al movimiento obrero. Anarquistas y marxistas comparten la escena de lucha reivindicativa; muchos, con experiencias previas en la I Internacional. La clase trabajadora se concentra para cumplir recomendaciones de la II Internacional (1889) rememorando el 1º de Mayo en Argentina (1890). Subsidiariamente, la formación de una federación que represente los intereses de clase es prioridad, ante la ausencia de legislaciones laborales que preserven al cuerpo de los obreros. Malatesta y Gori realizan intervenciones organizativas al interior del movimiento obrero. El 25.05.1901, se conforma la primera Federación Obrera Argentina. La Ley de Residencia es respuesta del establishment para frenar dicho avance reivindicativo. La Ley de Defensa Social profundiza dicha política legislativa represiva.
La dialéctica enunciativa ideológica: establishment vs. contradictores de clase, organiza esta exposición. Documentos, fotos, relatos, gráfica contestataria, coadyuvan en la lectura de legislaciones represivas en la historia del S. XX en Argentina.