Junto al avance en los procesos de emancipación de las mujeres (su ingreso y afianzamiento en el mundo del estudio y el trabajo, la obtención de derechos, la separación entre sexualidad y reproducción) la maternidad se ha resignificado y, especialmente en los sectores medios, ya no aparece como la única vía de realización. En la actualidad el proyecto de descendencia convive con otro tipo de proyectos, con un nuevo paradigma –relacionado con la “modernidad líquida” (Bauman, 2003)- según el cual las responsabilidades por tiempo indefinido, como los hijos, son percibidas como una pérdida de libertad y autonomía, que impiden aventurarse a otras opciones. Dichos cambios culturales se dan en un contexto social de modificaciones en el mundo del trabajo (con pocas certidumbres a largo plazo) y de afianzamiento de tendencias individualistas, consumistas y hedonistas (Lipovetsky, 1999; 2006; Sennett, 2000; 2006; Bauman, 2005). De allí el surgimiento del término dinkies (double-income, no kids: sueldo doble sin hijos) con el que el marketing se refiere a las parejas sin descendencia interesadas en mantener cierto estilo de vida, que creemos también implica un uso diferencial del ocio para las mujeres. En este marco, indagaremos cómo los nuevos modelos culturales, operan en las mujeres con y sin hijos en relación al tiempo libre.