Ante las elecciones locales y municipales del 22 de mayo de 2011 en España, un grupo heterogéneo de ciudadanos ("indignados") ocupan los espacios emblemáticos de las principales ciudades del país poniendo de manifiesto su rechazo a un sistema político en el que no se ven representados. Las marchas que se iniciaron el 15 de mayo (fecha que da nombre al fenómeno 15-M) generaron un movimiento social con presencia en los barrios a través de asambleas.
Ambos fenómenos son compuestos por grupos heterogéneos de ciudadanos. Ambos entienden las asambleas como un proceso abierto y colaborativo. Ambos toman las plazas y las resignifican como espacio social. Las asambleas populares en Argentina se diluyeron tras la legitimación electoral del gobierno de Néstor Kirchner. El 15-M se ha erigido como un mecanismo de denuncia con escasa influencia en los resultados electorales del 20 de noviembre, y que reproduce muchos elementos del moviento argentino.
Fenómenos similares que concurren de manera paralela con una década de distancia.