Resituando La Ética Digital Desde Una Perspectiva Crítica Ciberfeminista.
La ciencia social ha adaptado y creado métodos para estudiar Internet (Rogers, 2013). No obstante, al aplicar la ética de investigación, seguimos intentando encajar valores tradicionales en un entorno donde el tiempo y el espacio se construyen de manera diferente, resultando en una ética digitalizada y no digital.
Proponemos, por tanto, una ética de investigación basada en el ciberfeminismo, que sitúa los valores y la cotidianidad de Internet en el centro, utilizando el concepto de "conocimiento situado" (Haraway, 1991). Este modelo ético considera tres variables: nivel de anonimato, nivel de identidad y reflejo del cuerpo digital, y tipología de interacción.
El nivel de anonimato indica cuán rastreable es un usuario en la plataforma. Por ejemplo, un foro donde no es necesario registrarse difiere de una red social que exige datos personales. El nivel de identidad y reflejo del cuerpo digital aborda cuánto de la persona física se refleja en su uso de Internet, considerando cómo la plataforma facilita o limita la expresión de la identidad. Por último, la tipología de interacción se refiere a cómo los usuarios interactúan entre sí dentro de la plataforma.