Seleccionando dos barrios populares ubicados en el área consolidada de Santiago, cuyas diferencias radican en la localización respecto a la geografía metropolitana de oportunidades, se analizaron -más allá de explicaciones que enfaticen en las dinámicas de precios de los mercados de suelo y vivienda-, los comportamientos no financieros de los propietarios en las decisiones económicas que configuran su movilidad residencial. Considerando un set de fuerzas que actúan sobre estos asentamientos y sus entornos cercanos (propietarios, desarrolladores inmobiliarios, gobiernos locales y regionales, empresarios, organizaciones vecinales), se discute el modo en que éstos espacios son configurados. Hoy día estas urbanizaciones están marcadas por una doble condición: una proporción importante de ellas se encuentran integradas geográficamente a redes de transporte y comunicaciones, servicios básicos, y consumo. Simultáneamente, presentan grados de deterioro físico de viviendas y espacios públicos, así como una creciente disociación entre espacios construidos y necesidades contemporáneas de los núcleos familiares. Los resultados evidenciaron visiones y expectativas de ciudad divergentes, configuradas por la geografía de oportunidades de cada barrio, las cuales determinaron dispares motivaciones, expectativas y disposiciones a dejar los barrios de residencia por parte de sus residentes. En términos de regeneración urbana e integración residencial, ¿Bajo qué forma la geografía de oportunidades promueve, radicaliza o estanca procesos de movilidad residencial? ¿Qué implicancias tiene la distribución de activos y oportunidades sobre el funcionamiento de mercados inmobiliarios? ¿Qué perspectivas existen para la regeneración de áreas residenciales, sin que ello signifique la expulsión de sus habitantes?