El objetivo de la ponencia es explorar el valor instrumental del catalán en la movilidad social de madres y padres de origen colombiano y sus respectivas hijas e hijos, considerando el contexto de los flujos colombianos en Cataluña. Los resultados forman parte de una investigación financiada por el Instituto de Estudios Catalanes mediante entrevistas biográficas realizadas a las familias.
A partir de los relatos juveniles se constata que las competencias lingüísticas son desarrolladas en la escolarización obligatoria. Existe una mayoría que se declara bilingüe respecto al catalán y castellano. Estas competencias, junto a otras, son valoradas positivamente por el mercado laboral. Las y los jóvenes entrevistados, al ser castellanohablantes, dan cuenta de la necesidad e importancia de desarrollar las competencias lingüísticas en catalán para promocionarse social y laboralmente. En las relaciones de amistad, vecindad o pareja, el uso del catalán, por parte de jóvenes de origen colombiano, es relativo ya que predomina cierta lengua en determinados espacios.
Para las hijas e hijos, el catalán posee una valoración simbólica como signo de pertenencia a la cultura catalana. Las competencias lingüísticas, por un lado, aportan en la movilidad laboral y, por otro, facilitan la movilidad social al actuar como un factor de integración y pertenencia de las segundas generaciones en la sociedad de destino. La valoración simbólica del catalán pasa precisamente por esta necesidad de integración. Para lograr una movilidad social satisfactoria es importante el sentido de pertenencia y reconocimiento en la sociedad de acogida y el dominio lingüístico, no basta con tener un empleo, educación o una vivienda, la integración también significa participar en la visión común que otorga el lenguaje. Con todo, se concluye que existe una valoración instrumental de la lengua catalana como vehículo de integración social y movilidad laboral para las segundas generaciones de familias colombianas en Cataluña.