Las políticas de bienestar y desarrollo para las personas con discapacidad en México: De la exclusión al asistencialismo incompleto

Los últimos años a nivel mundial han visto una transformación muy importante en materia de políticas de bienestar y desarrollo para las personas con discapacidad producto de la entrada en vigor de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en 2008, la cual busca generar una conciencia que permita el paso de la exclusión a la inclusión de esta población, a través del pleno reconocimiento de su derecho al trabajo, la educación, la vida y el bienestar en general. El caso concreto de México (principal promotor internacional de esta iniciativa) resulta interesante, pues estas modificaciones han tenido que darse en el marco de un régimen de bienestar históricamente excluyente de grandes segmentos de la población, entre estos el de las personas con discapacidad, por lo que las tensiones jurídicas, normativas, políticas e institucionales han provocado la aparición de un panorama especialmente adverso, que se debate entre la dotación de servicios sociales que promuevan la integración y desarrollo con derechos de estas personas y una acendrada tradición política de atender a las discapacidades a través de instituciones asistenciales con el acento puesto en la atención sanitaria y de rehabilitación. Dada esta situación, el bienestar para las personas con discapacidad en tanto grupo vulnerable en México atraviesa un momento de crucial definición, en el que prevalecen las prácticas segmentadas y desarticuladas, sin generación derechos pero tampoco generando un asistencialismo básico, dando por resultado la existencia de un sistema para el bienestar y desarrollo de estas personas incompleto y carente, capaz de profundizar las barreras históricas y culturales que han impedido la integración eficaz de las personas con discapacidad.