Sin embargo, posteriormente la evidencia internacional fue convergiendo paulatinamente hacia la idea de que entre las diversas formas de la desigualdad social, la desigualdad de oportunidades educatias, junto a la desigualdad económica, son las más refractarias al cambio y las más insensibles al desarrollo de las sociedades modernas industriales. Esto podría ser todavía más importante para el caso de muchos países de América Latina y especialmente para la Argentina en donde hay una creciente evidencia de que más allá de algunas mejoras, se sigue manteniendo una desigualdad económica mayor a la media mundial.
Dentro de este marco se analiza, con datos de la EDSA para la población urbana Argentina mayor de 18 años, la influencia tanto del origen como del logro educativo para llegar a la actual posición social a través de variadas técnicas como la standarización de marginales con sus respectivas tasa de ingreso y salida como también el ajuste de distintos modelos log-lineales para captar la estructura de la desigualdad educativa.