Voces y personas. Pistas para pensar de modo dialógico la diversidad

La invocación de figuras o personajes en la conversación de un locutor ha sido especialmente estudiada por lingüistas y filósofos del lenguaje. Pero pueden encontrarse en tal fenómeno otros aspectos que exceden los intereses simplemente lingüísticos. Por ejemplo, desde una perspectiva interaccional se han estudiado los procedimientos sociales de "incrustación" de la palabra en un encuentro con diversos participantes. Todos estos análisis, de discurso indirecto, han mostrado la naturaleza intrínsecamente dialógica del lenguaje, incluyendo aquí la producción erudita y la comunicación cotidiana. Consideran que todo mensaje es doblemente determinado, por locutor y emisor, en vez de ser el simple producto de la mente de un emisor. Cada enunciado –oral o escrito- puede ser comprendido y respondido sólo en relación con enunciados previos y con respecto a las respuestas proyectas de oyentes diversos, en cierto contexto. Apelando a una investigación sociológica en Mendoza, con estudiantes universitarios de zonas rurales que intentan su adaptación a la vida universitaria y citadina, se propone en el texto un repaso de la productividad del modelo dialogista del lenguaje para dar cuenta de su experiencia como “recién llegados”, y del modo en que las diferencias de pertenencia y de origen son tratadas cotidianamente. La perspectiva dialógica permite comprender la constante invocación de los estudiantes y de los profesores a figuras familiares o administrativas en la organización de tareas instituciones cotidianas. Se comparan las propuestas de dos referentes del dialogismo, M. M. Bajtín y Erving Goffman, y se propone un modelo reflexivo que las enriquezca. Así, se estudia la producción de diferencias sociales de modo secuencial, multimodal –la voz, el tacto y lo visual, los desplazamientos y la orientación corporal-, multipartito –no sólo interviene un locutor- y apelando a elementos del entorno –el celular, el pizarrón y el escritorio, sobre todo.